Los grandes conceptos de los psicoanalistas han guiado nuestro pensamiento occidental basados mayoritariamente en Freud y en sus opositores. Hablando de los niños se trataron de estudiar sus etapas de desarrollo para tratar de curarlos a edad temprana. Un punto importante fue escucharlos, aprender a escucharlos para lograr su curación. Antes no se creía en el poder de la escucha y del dibujo para comprender la psicología infantil. Se aplicó en los niños la posibilidad de transferencia y también se puso atención al juego y a la expresión. Es muy estimulante saber que se puede trabajar niños y tener impacto en ellos, incluso desde antes del nacimiento, y no necesariamente desde el lenguaje. Me gusta que hay una metodología de trabajo y nuevos modelos de acercamiento y aproximación. Hay un juego de análisis que se independiza de la realidad para intervenir así en pacientes de todas edades. Es muy novedoso este impacto me parece y sanador. La expresión es muy importante, en mi propio trabajo con niños he buscado el juego de la pintura y la expresión verbal, el compartir y la meditación. Lo mismo se aplica en adultos y pienso que son herramientas de trabajo e interacción que prometen y debemos persistir en su aplicación.
Saber escuchar y comunicar, expresar e incluso sin lenguaje y en interacción sanar
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