Linda recorría su camino con la mirada, era como disfrutarlo doblemente, respirarlo, estar presente, sonreírle a su vida. Amanecer era la posibilidad de descubrir el mundo. No sabía esperar y quería saberlo todo. En cambio Daniel no esperaba nada de la vida, sólo la vivía sin más, de hecho parecía algo deprimido ante la existencia, cargaba con el peso de la negatividad de la humanidad y de la falta de humanidad de la humanidad. Esas faltas morales le habían enseñado a no esperar nada de la vida y vivirla de manera simple. Sin embargo, algo en Daniel era muy alegre y condescendiente, muy abierto y adaptable, era un gran escucha y una gran ayuda para Linda, pero era dual porque también caía en la fatalidad natural y en eliminarle toda luz a la vida. En estos caminos luminosos y oscuros andaban juntos Daniel y Linda por los senderos cotidianos, intentando sacar adelante cada día de la mejor manera posible. Entonces les avisaron que venía su nena en camino y todo problema y oscuridad se esfumó en Daniel, pero Linda en cambio, arrastraba su maternidad y quería salir de esa responsabilidad lo más rápido posible pues se sentía poco hábil para la tarea ya que había tardado en embarazar. Después se dio cuenta de que sus compañeras madres recientes, más jóvenes, no por ello eran expertas y podía hacer todo y su nena crecía muy bien y lo más importante, era amada por sus padres. Se dejó contagiar de la simpleza de Daniel y la sumó a su alegría de vida que la caracterizaba. Notó que podía salir adelante y ayudar a las madres más jóvenes con el conocimiento que le daba su madurez. Ella ayudó mucho a Daniel y ahora él la rescataba como nunca creyó y pudo decir, no puedo más, necesito tu ayuda, juntos empujemos más fuerte y demos lo mejor a nuestra nena, sintiéndonos en un orden general mundial compartido que comienza en nuestra pequeña familia. Linda comprendió que dentro de su desorden y del desorden mundial, había un orden interior y exterior desde la lucha y equilibrios compartidos frente a lo que parece no funcionar. Juntos.
Tu flor es sol para la humanidad, juntos
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