Nos dice Levinas que él descubrió al il y a, es decir, hay, en el campo de concentración y que es salir de una angustia o de un vacío pero dejándose llevar en paciencia, en vinculación para alejarse de la angustia, sabiendo que sólo el lazo a todo otro nos rescata de ese infame vacío. Es salirse de la saturación del ser Heideggeriano para desinteresarse y salirse de sí mismo y abrirse al otro, a la responsabilidad por el otro, a ser para. Es la idea que sigue de Blanchot del concepto de desastre en francés, es desastre pero astre en francés es astro. Es salirse de la obsesión del ser y lograr ser para. Es la claridad dentro del horror. Un sol que despierta y las cosas aparecen por sí mismas y le quitan su soberanía al yo. Que nos venga la claridad en todo momento y consigamos ponernos al servicio de todo otro en amor.
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