La noción de pueblo empieza de forma moderna como reflejo de Atenas para occidente como ejemplo de primera democracia. Se basa en ciertos principios y valores. Se trata de instituciones basadas en ciertos valores que buscan reflejar un pueblo igualitario y que funcione en justicia, libre de deudas por ejemplo. Echamos la mirada a Atenas para ayudarnos a encontrar mejores soluciones existenciales, éticas y justas, igualitarias y basadas en el respeto. Debemos ante todo escucharnos y no dejar de ver que eran sociedades aristócratas sin igualdad en ese nivel. La idea es retomar el modelo en sus marcos y estructuras positivas como el funcionamiento práctico de su asamblea. Las personas don votadas y los tribunales son voluntarios, la representación es transparente y refleja un actuar ético y justo. Los cargos son importantes y los electos deben ser hombres virtuosos. Hay contrapesos entre poderes. Además las leyes son votadas por todo el pueblo. La idea es que el pueblo tome más y más poder y ejerza las leyes que vote con la guía de la elite. La crítica siempre será al viejo oligarca pero mucho podemos aprender de este modelo hoy en día y en especial ante los problemas que estamos teniendo en cuanto a la representación y división de poderes. El orden y la acción son importantes y la representación en justicia como en Atenas, ejemplo de cuerpo cívico desde entonces. Se buscaban sentimientos filiales y amistades cívicas para tener objetivos comunes claros para el pueblo en ética y virtud. Pienso que hoy en día debemos buscar estos aspectos en nuestros gobiernos sabiendo que son posibles de alcanzar para mejorar en acción y justicia, en igualdad y virtud.
Aprender a escuchar y a actuar con respeto dentro y fuera, respeto a los tres poderes
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