Los males de las diferentes formas de gobierno los padecemos nos dice Montesquieu en el espíritu de las leyes, soñar es bueno en un gobernante pero es mala política cambiar las leyes sin maneras. No se puede ser violento y se puede cambiar los males de manera suave y pausada. Las leyes no son para cambiar los males dice Montesquieu, los males se cambian con el ejemplo. Me parece central este punto, estamos viendo la importancia de la ética y de las maneras para hacer los cambios. Las cosas cambian de manera paulatina y el despotismo es poco sano para la sociedad. Debemos escuchar a Montesquieu y actuar sin forzar las cosas, cambiar con moderación y estrategia y buscar la centralidad de la ética para realizar cambios que se reflejen en mejoras sociales.
Unir los opuestos al uno y avanzar juntos con moderación y ética
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