Escritos
Proverbios 30:8
La vanidad y la palabra falaz aleja de mí. Pobreza y riqueza no me des. Aliméntame con mi pan asignado. No sea que me empobrezca y robe, y alce en vano el Nombre del Eterno. No hables mal del siervo delante de su señor, no sea que te maldiga y te culpe; ni de una generación que a su padre maldice y a su madre no bendice, ni de una generación que se cree pura, y que de su inmundicia no se limpia; ni de la generación de ojos altivos y de párpados subidos.
Ante todo enfrentar la vida desde la humildad y agradecer en prudencia y equilibrio. Alejarse de las apariencias y dar desde el propio centro, siendo canales de luz.
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