“¿Quién merece el Mundo Venidero? El humilde que agachado entra y agachado sale, se ocupa de la Torá siempre y no se enorgullece”. Sanedrín 88b
Vemos aquí la importancia de dedicar la vida al estudio y cumplimiento de la Torá en humildad. Somos canales de luz divina, debemos descentrarnos y centrarnos en lo otro, la Torá que incluye el estudio de sus leyes y su cumplimiento, se cumplen en la asistencia al rostro de todo otro en amor, en responder al rostro de todo otro que me interpela.
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