La misión

 Job  1:1

Hubo en la tierra de Uz(Utz) un hombre llamado Job(Yov), varón íntegro, y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Sus posesiones alcanzaban también… de modo que este hombre era el más rico de Oriente… y le dijo el Eterno a Satán: “Has reparado en Mi siervo Job, como quien no hay otro en la tierra, hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?”. Entonces Satán contestó al Eterno, diciendo: “Acaso Job teme a Dios de balde?¿No has puesto una valla en su torno y en torno de su casa y en todo cuanto posee?… Pero extiende Tu mano ahora y toca todo cuanto tiene, y verás como Te maldecirá en Tu propio rostro”.

Y todos pasamos diferentes pruebas en la Tierra, parece que a eso vinimos y tarde o temprano las viviremos y enfrentaremos de diferentes maneras. Es cierto que en momentos en los que todo camina como lo esperamos es más difícil ser conscientes y tener empatía. Pero no perdamos de vista la historia de Job que lo pierde todo y recordemos lo efímero de la existencia en la Tierra y nuestra misión de asistir a todo otro en todo momento.