Grace Nehmad

jueves, 30 de junio de 2022

Despertar a la edad adulta de la humanidad

 

 

Kant es un filósofo de las luces. Quiere decir que la humanidad se libera por estar ya preparada para ser responsable y autónoma. Hace una crítica de la razón pura, sintetiza a la razón de Descartes y el empirismo de Hume. Kant tenía mucha disciplina y era muy austero, se recarga en la regla y es protestante religioso pero su moral descansa en la filosofía, libre de religión. El imperativo categórico es desde la moral, reglas que nos guían al bien. La moral es tender al bien y alejarse del mal. Hay desacuerdos. El utilitarismo juzga la buena acción en cuanto al placer o dolor, pero él es deontológico, la acción buena viene del respeto al bien. La conciencia de estar en el mal no justifica la acción. Es una moral desinteresada y de voluntad. Kant nos habla de la ley moral. Nos es impuesta por nosotros mismos desde dentro y de nacimiento. Esta ley nos hace humanos para Kant, es universal. Le critican las concepciones culturales diversas. Pero en realidad no derroca las ideas de Kant de una concepción universal que de ahí se va individualizando. Debemos pasar por la prueba de lo universal y si se cumple para una cierta acción, podemos realizarla. Este es el imperativo categórico. Actuar en la prueba universal y no como medio, como fin en sí mismo. Para Kant el hombre tiene dignidad moral. Separa el precio de la acción y libera los intereses personales, no me puedo apropiar del otro para lograr mis propios fines. No se trata de obedecer a una autoridad, se trata de decidir desde el bien cada uno de nuestros actos. A veces se pelean dos principios morales y el conflicto implica la decisión sobre la dignidad humana como es el caso de la eutanasia. La moral kantiana no permite la mentira pues sería tratar al otro como objeto sin dignidad. Todo humano tiene dignidad y de ahí viene el respeto. Pero fue considerado algo idealista y hasta al término moral ahora se le ha dado una connotación negativa que lejos de ser universal responde a intereses escondidos. Sin embargo, podemos cuestionarnos este imperativo y empujarnos al concepto universal que siempre compartiremos como humanos. Quizá se trata de equilibrios que no llegue a absolutos castrantes. En todo caso me parece que debemos hacer la reflexión sincera de nuestros actos que se muevan para ayudar a otros y logremos pasar a la edad adulta de la humanidad que según Kant ya ha despertado en nosotros desde las luces.


Somos seres humanos con dignidad, activar nuestras acciones desinteresadas de ayuda a todo otro

No hay comentarios:

Publicar un comentario