Dice Levinas que puedo tomar el peso del mundo
y su sufrimiento desde una libertad consciente que decide sacrificarse por
el otro, sustituirse. Devengo un yo libre que decide solidarizarse con el otro. Está
en contra del antihumanismo moderno, pero plantea un racionalismo sensible y
aterrizado, de la acción. No está de acuerdo con el misticismo porque para él es evasión. El yo está ya dispuesto a poder morir por todo otro y se sacrifica
a él, cede en su beneficio desde un humanismo sensible y racional a la vez que
se encarna para el otro, en su mirada.
Creo que podemos
aplicar estas ideas levinasianas sin dejarlas en una aspiración imposible de
sacrificio por él. Evolucionemos hasta un ceder que nos emane, realizado
con amor, por haber trascendido al egoísmo ontológico Heideggeriano.
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