Grace Nehmad

miércoles, 8 de junio de 2022

Expandir la lengua con el otro al centro

 

Orwell y su concepto novlengua en la novela 1984, nos sacude. Novlengua es una lengua o expresión que habla de la transformación de la lengua para determinarla y no dejarla ser subversiva, se empobrece a la lengua con estos fines. En 1948 la escribe Orwell y es 1984 su título, 1948 al revés. Habla de la totalidad de comportamientos que influyen a la acción, expropiando las conciencias. La esencia del totalitarismo es controlar los espíritus y ya no hay necesidad de controlar los cuerpos. La amenaza física se sabe, pero la manipulación mental es interior. Pensamos a partir de una materia física primera y ahí se busca intervenir para influir y dominar. La novela habla de un personaje que es el empleado, ministro de la verdad. Trabaja manipulando archivos en beneficio de los intereses del partido. Se controlan las memorias y así el presente. Se penetra en los espíritus. Trabaja para el partido y en contra de la verdad. El estado totalitario va en contra de la reflexión. El crimen comienza por las ideas. Hay terrorismo intelectual. No es complicado de criminalizar el pensamiento. Los hechos son objetivos, pero su interpretación, no. El personaje borra hechos y pensamientos. La novlengua reduce la lengua para empobrecerla y limitar el pensamiento humano. No se logra precisar y se limita a los individuos y a su desarrollo. No podemos pensar el mundo si no logramos abstraer. La deculturación se busca para limitar a la sociedad, enseñar la ignorancia desarma a la población. Al bloquear ideas se bloquea la libertad y la posibilidad de destronar al poder. La novlengua es el instrumento mayor de dominación que hace hasta olvidar toda libertad. Así relata la novela la dominación de esta manera a través de la novlengua. Lo importante en esta novela es la idea de imposibilitar la libertad a través de esta novlengua, eficaz instrumento de dominación del poder. Este pensamiento nos sacude porque somos en realidad esclavos de la lengua y de su manejo adecuado o no, de sus limitaciones o posibilidades que prometen liberarnos. Encuentras la palabra adecuada y eres el que puede liberarse y elegir liberar a otros o dominarlos. Aquí entren el otro y la ética. Vemos que debemos empujar nuestra lengua y enriquecerla y elevarnos a partir de ella pero con el otro al centro.


 Regreso a la letra bet en hebreo cuyo significado profundo es casa, para desde el interior expandir nuestra lengua y liberarnos, con el otro al centro

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