Isaías 3:1
He aquí pues el señor, el Eterno de los Ejércitos quita de Jerusalén y de Judá todo apoyo y sostén, todo sustento de pan y todo sustento de agua, al hombre valiente, al hombre de guerra, al juez, al profeta, al vidente, al anciano, al capitán de cincuenta soldados, al hombre respetable, al consejero, al astuto mago y al hábil hechicero. Y daré niños para ser sus príncipes; y niños de pecho los regirán…
Un caos por acumular las malas andanzas pero no creo que se trate de un pecado castigador y de culpa como lo parece y se ha malinterpretado. Es precisamente el caos y la confusión que vienen del guiarnos por las apariencias, el materialismo y el egoísmo. Regresemos pues a la claridad y a las buenas acciones conscientes para ayudar a todo otro en amor.
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