Grace Nehmad

miércoles, 4 de enero de 2023

Cuento de Sandra

 Sandra quería concebir un mundo diferente, las fabricaciones del hombre la traían cansada. El sol ya no la iluminaba y quizá se trataba de su soledad o de las calles vacías. Nadie recordaba su nombre y era una extranjera para sí misma. La lluvia no ayudaba nada. Los planetas no se alineaban y rostros la llamaban en la mente pero en su realidad no recibía ninguna llamada. Sandra hubiera querido una vida con más aventuras y el tiempo se expandía en sus abismos solitarios. Hubiera querido compartir con alguien tantos detalles de la vida que pasan sin rastro. Todo extrañaba sobre su pasado que ya no era y nada quería de un futuro incierto que la esperaba. Entonces llegó la metáfora de su existencia a su corazón. Comprendió que podía leer su camino desde otro lugar, pues parte de una segunda modernidad estimulante que la aturdía, desafortunadamente había frenado sus sensaciones profundas. Era tiempo de mirarse verdaderamente dentro, sin miedos, y tomar verdaderos riesgos para pertenecer de nuevo. Desde su metáfora podía tender puentes y abrir nuevas puertas, desde dentro se materializarían nuevos lazos y posibilidades. La vida cotidiana y simple sería ya una experiencia que se haría de sí misma. Se trataba de encaminarse y en movimiento encontrar. En la creación de la propia vida, podía ser y aprender a interpretarse y reinterpretarse desde nuevos entornos y situaciones, habitando su existencia en presencia abierta para compartirse. Desde ahí nuevos encuentros la sorprenderían, lo sabía. E incluso dentro, exploraría su universo como un libro misterioso, amoroso y abierto.  


Un canto de luz se abre desde la metáfora de la vida de Sandra, lazos multiplica

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