Isaías 3:18
Ese día, el Eterno quitará el ornato de sus ajorcas, los prendedores, las medias lunas, los pendientes, los brazaletes, los velos, los tocados, las cadenillas, los ceñidores, las fajas, los amuletos, los anillos, los joyetes para la nariz, los vestidos finos, las mantaletas, los mantos, las pretinas, la ropa de cendal, la de lino fino, los turbantes y las mantillas. Y ocurrirá que en vez de fragantes especias, habrá podredumbre, y en lugar de pretinas, habrán harapos, en vez de cabellos rizados, calvez; en cambio vestiduras holgadas, ceñimiento de sacro; señales de quemaduras en vez de hermosura. Caerán en la guerra tus hombres y tus valientes por la espada. Y las puertas se lamentarán y llorarán a los muertos. Y desprovista de todo, se sentará en el suelo… Él esperaba la justicia, pero he aquí la violencia y la rectitud, mas he aquí el clamor de los oprimidos…¡Ay de los sue llaman al mal bien, y bien al mal; que cambian la oscuridad, que toman dulce lo amargo y amargo lo dulce!
Que no lleguemos a la redención a través de toda esta negatividad por falta de discernimiento. Sepamos tomar el buen camino siempre y jalar luz para el planeta, y lograr su curación desde el amor y el cuidado, desde las buenas intenciones y su materialización.
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