El tema de los hombres que se embarazaran es interesante pues nos empuja a diferentes preguntas de género, cómo cambiar la apreciación de los roles de manera radical. La diferencia en la reproducción marca a las mujeres de manera radical. No es el sol y la luna, pasivo y activo, es este centro de la diferencia y a partir de ahí las voces masculinas y femeninas cambian. Es necesario ser valiente para ser mujer dicen por ahí. Y es que de entrada la mujer está puesta detrás socialmente. Somos iguales en cuanto al cuerpo. En cuanto a la lógica de cómo es el vínculo social, ahí sí se encuentran las verdaderas diferencias pero hablar de ellas se ha convertido en una trampa también. No es la esencia distinta ni naturaleza biológica otra lo que debilita a la mujeres el tema del rol social y el feminismo sostiene las diferencias y de ahí lucha por la liberación para abrir la tradición masculina. Pero podemos aproximar el tema de otra manera y no desde la diferencia. Los constructos sociales nos etiquetan y fijan. En cambio queremos ir más allá libres de toda etiqueta y casilla. Algunos levinasianos explican la alteridad en la mujer y no es así, todos somos el otro, no desde el sexo. La posición es responder diferente a estas preguntas, a estos retos sociales. Tratemos pues de valorar nuestras diferencias para sentirnos valorados y respetarnos iguales en el pensamiento y elecciones cotidianas.
Proyectar diferente fuera de las etiquetas masculino y femenino
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