Grace Nehmad

martes, 31 de enero de 2023

Cuento de Carla

 Carla tuvo una extraña visión y supo que entraría en una etapa nueva de su vida. Volaba sobre las nubes al tiempo que contaba piedras en el camino midiendo los límites del sendero, límites en su mente de las palabras que jugaban en su mente entretejiendo puentes entre la literatura y la filosofía. Entonces comenzó la lluvia que distrajo sus reflexiones y la apresuró a casa a escribir su visión. Describir los puentes entre la filosofía y la literatura era más difícil que haber vivido su visión. Dentro y fuera de sí misma, se dejó llevar por las letras siguiendo de cerca las visiones en su mente. Estuvo horas en su estudio hasta avanzada la noche que llegó Marcos a casa. En agradecimiento escribió el punto final a su texto y fue a saludar a Marcos. Su visión fue un cuento de la historia de los filósofos más importantes de de la humanidad en una discusión del saber y sus aportaciones prácticas a la humanidad.  Con Marcos, Carla regresaba a la realidad y vivía una vida estable y normal que la vinculaba con su cotidiano y le permitía viajar en su mente y crear en la mirada de una luna eterna que alumbraba sus pasos. Marcos suspiró al notar que no había nada para cenar y ya era tarde para salir… esa parte de Carla lo agotaba, él no podía resolver toda la vida práctica de la pareja, pero bueno, se daban situaciones peores en las relaciones de pareja que quedarse sin cena, total, quedaba el recurso de la cafetería frente a su casa, aún abierta para recibirlos. El café lo despejaría y con Carla vendrían las pláticas y las risas en complicidad que todo lo curaban y harían realidad los sueños más exóticos de la pareja. Y esta vez, la visión de Carla en efecto, materializó su fama. Su nueva etapa de vida ahora en el cobijo y el terremoto de la fama, era también muy hermosa pues la sostenía el amor de Marcos, pero a menudo, Carla añoraba su vida simple y privada anterior y tenía deseos de cambiar de identidad o de planeta con Carlos. Era mejor experimentar su presente en alegría y aprovecharlo, hay un tiempo para todo.



El café esperaba a Marcos y Carla

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