Misterio de Egipto y sus pirámides, su civilización, su progresiva representación y mitología transmitida en fábulas. ¿Ir al lugar es muy diferente a estudiarlo? Parece que necesito poco dejar mi casa. Prefiero aprender y viajar estudiando desde mi disciplina interior y actividades, desde mi retiro espiritual semanal, mi shabat que medita mis libros, viaja y regresa a su cotidiano. Veo las tumbas y sus pasadizos e imagino la vida antigua, su santidad y grandes monumentos. Sus enigmas son impenetrables. Los turistas toman fotos pero el arquetipo persiste y no estamos acostumbrados a tales grandezas. El síndrome de stendhal es provocado por el asombro y eso sí no creo que pueda experimentarse a la distancia. Unir el cuerpo y el alma para sentir ese asombro. Es un sueño, sentir el misterio y lo monumental en persona. Estando ahí imaginar la vida de entonces. Penetrar los lugares secretos y lograr la relación profunda con los guías. Descubrir Egipto a través de los recuerdos que crean los guías. Descubrir esos lugares me inspira a investigar más a fondo las grandes civilizaciones que han poblado nuestro planeta. Recientemente mis tíos fueron a África y a India y me platicaron de sus viajes. Sólo de imaginarlos me agoto. En dado caso me gusta viajar a estudiar por meses a un lugar y eso ya es difícil después de la juventud. Escuché otra idea, quedarse a dormir en casas de lugareños. Tratar de penetrar más los lugares’ su mística, su cultura. Los penetro más desde mi rutina. La pandemia que todo cerró no fue padre tampoco, ni saber que mis grandes viajes ya no serán, Amo mis libros y haré el esfuerzo alguna vez, en familia es posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario