Nietzsche tiene un pensamiento en aforismos y digerirlo no
es fácil. Es una crítica a la moralidad cristiana y a toda ideología que domina
al hombre y lo oprime. No está bien malinterpretarlo, él se centra en el cuerpo
y en nuestra concepción biológica del mundo. Critica a los hombres débiles de
pensamiento, pero no tiene ideas racistas. Habla de una genealogía de la moral
y de lo que nos oprime. Tiene origen en platón y en el cristianismo, en una
ideología dualista. El mundo espiritual de Platón no existe para Nietzsche ni
la idea cristiana de esto mismo. El paraíso es no material y esta separación
dualismo, es nuestro nihilismo y perdición. No hay rechazo a este mundo para
Nietzsche y por eso defiende la muerte de Dios y esta en la tierra y aceptarla
como es sin dejarnos someter. Esa invención es de los débiles para tratar de
dominar es una moral del resentimiento que niega la vida. La vida es voluntad
de poder, es creatividad y afirma su fuerza y poder. Es vida que expresa su
fuerza en el hombre y no es fuerza que quiere dominar a nadie. Es egoísmo
radical que niega al otro y es esencia del ser y de la realidad. La vida es voluntad
de poder que es fuerza primitiva e instintiva que se multiplica y crece. Es
esencia de la realidad y es digna de valor, lo demás no lo es. Debemos cambiar
de valores y aceptar nuestra realidad, ser fuertes y creativos, ser super
hombres. La moral del resentimiento es del débil, que se esconde en falsas
ilusiones y justificaciones.
La creatividad es positiva pero no creo que liberar lo que
sea, sea bueno para la sociedad y termina siendo muy egoísta la visión de Nietzsche
y destructiva. No es bueno crear lo que sea y centrarse en nosotros mismos
únicamente. Se trata de no seguir tampoco a un Adam Smith quien creía que el
máximo desarrollo individual llegará al máximo desarrollo colectivo. Nada de
eso ha acontecido desde el egoísmo, ni el centro en la energía interior creativa
sin ver al otro, sería como en Heidegger, la revelación el ser y el abandono de
la dictadura del Nosotros somos. Ambos pensadores nos agregan elementos de
superación, pero deben tomarse con cautela. Olvidan al otro y ello termina en
destrucción de la humanidad. El otro debe ir siempre primero como lo plantea
Levinas e ir avanzando en su visión liberadora desde la aspiración constante
que prioriza la escucha y asistencia a todo otro.
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