El tiempo en Bergson. No todo es ciencia para Bergson, el tiempo no lo es según este autor. Es nuestro cotidiano y nuestro envejecimiento. Pero explicar el tiempo es difícil porque no lo podemos agarrar y es aire entre la vida. Es un concepto que se toma como un dado y no podemos dejar de lado su explicación. Tiene tres facetas: pasado, presente y futuro, pero no se puede atrapar en ninguna faceta. Pasado y futuro ni siquiera lo vemos, Lo único que está es el presente y es todo nuestro presente, ¿Cómo atraparlo? El presente al tratar de fijarlo se desvanece y el tiempo mismo no se deja atrapar, pero es lo que nos vive de manera más intensa. El tiempo físico es organizado en horas, minutos y segundos para ordenarnos en él y medirlo de manera objetiva, es para todos. Las unidades de medida se basan en aspectos físicos y no dependen de percepciones personales. La representación del tiempo es continua. En un intervalo el tiempo pasa dentro. El tiempo se modifica y corresponde a compartimientos y segmentaciones y es un error dice Bergson pues el tiempo en realidad es continuo, es indiferente a nuestros cortes. Bueno, es aproximación humana, pues siempre segmentamos para atrapar el real y lo hacemos también con el lenguaje. Los arquetipos nos ayudan a representar el real, son artificios que nos sirven para comunicarnos de manera práctica. Fijamos la realidad para compartirla. Así nos acercamos unos a otros y lo extraño que esta segmentación a menudo nos aleja en esta necesidad de espacialización del tiempo. Otro problema nos dice Bergson, es la percepción individual, el tiempo para cada uno pasa a diferentes velocidades para cada uno, es duración subjetiva para Bergson. El tiempo desaparece cuando estamos felices disfrutando y se alarga si nos aburrimos y es el mismo tiempo objetivo. Negamos la percepción que es duración del tiempo Bergsoniana. Me parece impresionante que los filósofos nos acerquen esto conceptos, herramientas de vida que nos ayudan a pulir nuestra existencia, nuestras misiones de vida y nuestra ayuda a todo otro. Para seguir con Bergson y el tiempo, pensemos ahora en la memoria, rastro del evento pasado en el tiempo. Reconstruimos recuerdos y reescribimos eventos. Los rastros del pasado viven con nosotros en el presente. Somos producto de la historia y debemos agradecerle quienes somos. El tiempo es pasaje y la memoria nos guarda ciertos eventos de vida para saber quienes somos. La memoria es cimiente. El tiempo nos permite cambiar, es fuerza de transformación. Lo más importante de antes y después es lo del medio, es la transformación y es el tiempo que no vemos, es el efecto del tiempo. El tiempo es condición de metamorfosis y es lo que hacemos de él. El tiempo es aliado y no adversario. Con el tiempo en pausa dejamos de existir. Nuestro deber es hacer vivir al tiempo y nos diría Levinas yendo aún más lejos, dejando atrás el instante uno del pienso, luego existo cartesiano, para entrar en el tiempo del otro, el instante dos.
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