Eclesiastés 1:1,
Vanidad de vanidades, dice Cohélet. Vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué beneficio obtiene el hombre de toda su labor en que se afana bajo el sol? Una generación pasa y viene otra generación mas la tierra siempre sigue igual. El sol se levanta y el sol se pone, apresurándose a volver del lugar donde salió… todo ha sido antes en edades que fueron antes que nosotros. No queda memoria de las cosas anteriores, ni tampoco habrá memoria de las cosas posteriores que han de ocurrir entre los (hombres) que vendrán.
La sensación en edad madura de ya haberlo pasado todo y no haber encontrado nada diferente, de haber tenido la fuerza de la juventud para creer que se podía encontrar lo diferente. Después ver que todo se repite, pero la creatividad continúa y esa dualidad es la existencia. Nos movemos entre la repetición y la diferencia. Nuestra línea de vida va cambiando la perspectiva. Toda vida se mira con nuevos ojos cada día ante el mismo sol. Agradezcamos y tengamos lecturas siempre positivas de nuestros recorridos y los de otros. Agreguemos siempre sin vanidad, corazón a todo lo que hagamos sin temer la repetición que nos acercará a todo otro de diferentes maneras para asistirlo más y mejor en cada nueva oportunidad empezando por sonreírle al encontrar su mirada.
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