Grace Nehmad

jueves, 18 de noviembre de 2021

El otro prolonga la existencia efímera del hombre

 Eclesiastés 9:1,

Por todo ello dediqué mi corazón a aclarar todo esto: que los justos, los sabios y sus obras están en la mano de Dios. Ya sea amor u odio, el hombre no lo sabe. Todo está ante ellos. Todas las cosas vienen igual a todos. Lo mismo ocurre a los justos y a los impíos, a los buenos y a los malvados… Haz todo lo que puedas hacer con tu fuerza porque no hay obra, ni empresa, ni conocimiento, ni sabiduría en la tumba a la que te diriges… El hombre no conoce de antemano su tiempo.

La conciencia de nuestra efímera existencia y de que a todos nos puede pasar de todo extrañamente nos permite actuar con mayor sabiduría y distancia, postergar y dimensionar nuestros actos, podemos reflexionar con más calma nuestras decisiones. Levinas nos diría posterga poniendo el otro al centro, creando el espacio para asistirlo y así cumplimos con nuestra misión de vida y entramos en el tiempo sin tiempo del otro. El miedo a la muerte desaparece. Se abre el infinito a nosotros en el rostro del otro.

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