Jonás 2:1,
Y preparó el Eterno un gran pez que tragara a Jonás. Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. Y Jonás oró al Eterno, su Dios, desde el vientre del pez. Y dijo: Llamé al Eterno desde mi aflicción y Él me respondió. Desde el vientre del sheol(morada de los muertos) clamé y Tú oíste mi voz. Porque Tú me arrojaste a las profundidades, en el corazón de los mares… Sin embargo, rescataste mi vida del abismo.
Las pruebas en la vida a menudo parecen dejarnos sin respuestas, sin luz cerca. Está en nosotros encender la luz y escoger la vida en nuestros nuevos pasos. Somos los caminos que encendemos, nuevas búsquedas iluminadas con nuestras fuerzas restablecidas.
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