Hoy es mi último día en Florencia y el viaje ha estado muy especial. Me ha gratamente sorprendido esta experiencia que ha sido muy completa. Pienso que la vida nos muestra diferentes historias y nos vamos enfrentando a ellas, tomando diferentes decisiones. Después de mucho caminar vienen ciertos regalos y la vida nos los da sorpresivamente. Pude desenvolverme de manera muy natural aquí y allá, en la escuela en mis diferentes clases y en mis visitas y recorridos de pintura por las calles florentinas. Disfruté mucho de la plaza y el parque frente a mi hotel. De comprarme y cocinarme mi comida. Todo fue fácil y estuvo a la mano. También me gustó comprar en el mercadito y estar presente en cada una de mis tareas. Ahora me llevo a México mucho trabajo y quiero precisar lo que vengo desarrollando paso a paso. Quiero desprenderme de unos cuantos fantasmas. Seguir mi camino más ligera y ver para adelante. Tomar las buenas decisiones y construirme la vida que vine a buscar por estas latitudes. El chiste es ir caminando hacia el ser que quiero construir y representar. Yo quiero decir ciertas cosas y ayudar a otros con un ejemplo de amor y búsqueda empujando cambios desde la ayuda, el respeto y la aceptación. La vida se ha tratado para mí de pruebas y retos, de lo inesperado que es necesario sacar adelante, empujar con fuerza. Soy desde la que quiero construir y estoy a tiempo en todo,siempre lo estamos, nunca es tarde para revelar mi luz al mundo en amor. Tengo derecho a una cierta dignidad a pesar de siempre querer dar tanto, debo poner límites claros. Puedo encontrarme desde la que vine a ser y lo que vine a dar sin tenerle miedo a la vida ni al futuro. Quiero poder ser para con más fuerza a cada paso de mi vida y llamar a la luz y la elevación desde la que vine a ser en humildad y canalización.
Me despido de mi parque florentino y regreso a casa
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