Necesitamos vivir en duración y en experiencia pero también en tiempo objetivo. Dos dimensiones del tiempo en la vida. Tiempo real que escapa en urgencia a cada instante por resolver en duración. El pragmatismo nos hace actuar en un concreto y resolver la proyección a largo plazo. Se ordena primero y después te entregas al instante. Necesitamos hacer un lazo entre por ejemplo el darwinismo como origen de las especies y su fin. Se evoluciona con causalidad anterior. El fin deviene medio. Es una transacción perpetua entre fines y medios. Hay causas inteligentes que en su dinámica se transforman. Es un juego entre la repetición y lo que cambia. En un proceso que modifica porque en la naturaleza hay cambios y debemos centrarnos en procesos, en accidentes y apertura para pensar fuera de las leyes en evolución biológica, social y política. Los problemas se conceptualizan y van cambiando. Salirnos de las crisis y empujarnos. Debemos desviarnos de la búsqueda de la certeza y tratar de aceptar la incertidumbre. Somos especie social con actividades sísmicas que debemos de absorber. La experiencia humana no es aislada, estamos en contextos distintos y es empujarnos paso a paso en integración y realización. Nuestro medio nos empuja a hacer y responder en instantes desde la creación de nuevas realidades. Nuestra actitud es experimental y las emociones nos van construyendo para hacer evolucionar la experiencia y el instante. Tenemos procesos individuales de ayuda y podemos relacionarnos desde nuestra matriz cultural, biológica y social. El pragmatismo nace con la revolución francesa porque ahí creemos que hay progreso y mejoría, podemos ir hacia una vida mejor. Aunque sea un mínimo desde el desarrollo y la esperanza en acción y confianza.
Mejorar siempre desde la duración y el pragmatismo con esperanza
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