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 Pueden haber incongruencias existenciales y debemos tratar de caminar hacia nuestro centro. Vemos alrededor de nosotros y tratamos de tomar las buenas decisiones. Libres de preocupaciones. En la práctica vamos enfrentando nuestras tareas de vida paso a paso y tratamos de tomar posiciones si la vida nos obliga a hacerlo. De otra manera avanzamos con indiferencia, nuestras fibras no se sacuden para nada. Y si tenemos que enfrentar nuestro camino de vida, lo caminamos con alegría y nos tomamos fuerte de lo nuestro, ¿qué es lo nuestro?, Yo me voy sintiendo un poco vieja y ajena antre los problemas sociales de los jóvenes y sin embargo, debemos responder.  Sin embargo, cuando veo verdad me sacudo y corro a ayudar. Trato de quitarme todas las cáscaras y avanzar más ligera, pero cierta desde ahí, en certeza y clara del camino a seguir, a pesar de todas las dudas existenciales. Quizá si nos atrevemos a abordar nuestros verdaderos cuestionamientos existenciales, ya no enfermamos y avanzamos la vida por etapas y formas existenciales normales. Sin problemas ni retos mayores, pero ante todo, debemos resolver en libertad y empujar a otros en este camino, en ayuda y generosidad.

Ir más allá para ayudar más y mejor a todo otro