Salmo 86
Plegaria de David inclina Di-s tu oído, respóndeme, porque pobre e indigente soy yo. Cuida mi vida porque devoto soy yo. Salva a Tu servidor, Tú que eres mi Di-s… Alegra la vida de tu servidor porque a Ti mi vida alzaré, porque Eres bueno y perdonador, y de mucha benevolencia con todos los que te imploran…En el día de mi angustia te invocaré… Me encaminaré en tu verdad, unifica mi corazón… Dirígete a mí y agráciame, brinda Tu fuerza a tu servidor y salva al hijo de Tu sierva. Haz conmigo una señal para bien, y que vean mis odiadores y se avergüencen porque Tú Di-s me ayudaste y me consolaste.
Sabernos queridos, cuidados y protegidos por el abrazo divino y retornar siempre a Él para recargar batería y continuar nuestras misiones en la tierra con alegría y en agradecimiento. No permitirnos decaer ni entristecer, en la fuerza del hacer para y la esperanza siempre construir y mirar para adelante. El instante promete, nos dice Levinas.
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