Hoy me siento desvinculada de mi realidad de alguna manera porque ya me voy de Florencia y tengo los pies destrozados. Ya no quiero estar y no me quiero ir. Se vuelve algo dual y extraño. Quiero seguir pintando en las calles y a la vez ya debo pensar en mi regreso. No sé nada del futuro y a la vez parece que es claro, ya sé lo que sigue. Es continuar y redescubrirme en nuevos estudios. Ello me motiva y despierta, regreso a un centro que había perdido. Nuevos retos de vida despiertan en mí. Vine a Florencia a ver qué pasó con la que aquí dejé hace teinta años y he hecho intensos recuentos. Medito sobre lo que fue y lo que será y quiero intentar nuevas combinaciones. Quiero decir ésto dejo y ésto agrego, quiero precisar. La vida da muchas vueltas y dio muchas vueltas. Nada fue como lo sospechaba. Estoy muy agradecida pues, a pesar de todo lo que no me ha funcionado en mi vida, he logrado salir adelante y he obtenido grandes sorpresas inesperadas. Espero lograr dejar atrás lo que se apagó por diferentes razones y prender mi pila de nuevo con fuerza exponenciada para dar el brinco que sigue con alegría y certeza.
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