Ayudamos y la filosofía nos ayuda a todos porque nos engloba y se da un efecto de espejo con los miembros de la familia que reaccionan y en curiosidad los observamos y aprendemos de todos. No se trata de querer cambiarlos. Es mejor no perder la calma y observar en las reuniones familiares. No dejarnos escandalizar por las opiniones de los demás. Cada familia tiene sus problemas y no es el espacio en estas reuniones de forzar los puntos de inflexión. El chiste es no caer en la discusión y no querer arreglar cuentas de manera cruel y pasar encima del otro sin más. Normalmente queremos dominar y convencer al otro y no se trata de eso. Se trata de respetarnos. No estamos en una representación en la cual nos van a aplaudir, no en la reunión familiar, no en cualquier espacio en la tierra pues se trata de no querer demostrar y entrar a as reuniones en agradecimiento y escucha. Tratar de hacer evolucionar las conversaciones y jugar al reencuentro creativo. Se trata de saber que estamos a prueba de alguna manera en la vida y no debemos dejar tragar por las crisis exteriores. Las crisis nos separan y queremos el reencuentro que nos ama y une en amor. Si discutimos y queremos dominar, lo importante es la union y el encuentro, estar unidos. Estar es lo bonito y sabernos iguales con nuestras pequeñas diferencias.
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