Es acordar que el entendimiento ve un objeto pero mucho de su percepción es otra manera de apreciarlo. Sus apariencias son una parte pero el espíritu está ahí en presencia. Lo que analizo fuera de mí entra en mí en espíritu y la conciencia duda y afirma en acción conjunta con lo que aprecia, en una línea cartesiana que reformamos a partir de la materia. Sartre reinterpreta el cógito cartesiano.Existo en el asco de existir y los pensamientos son vértigo. Ya no puedo olvidar que soy y no me puedo evadir. Y las palabras se confunden y agotan sin llegar a una solución. Sartre retoma a Descartes desde el asco de existir. El texto de Descartes dialoga con él. Sartre metamorfosea a Descartes en su versión. Sartre dice que nos mentimos y justificamos nuestra existencia. Un cierto Descartes existe en nosotros y tratemos de reivindicarnos desde la conciencia y la meditación, desde la búsqueda de la verdad y no quisiera ponerme ahí en el asco de existir y en las mentiras de vida. Me parece que el existencialismo de Sartre es posible unirlo con la búsqueda de la verdad sin dejar que la evasión nos invada. El texto de Descartes es matriz de sus sucesores y para nosotros a través de estos dos grandes podemos reconstruirnos y posicionarnos. Podemos escuchar a nuestro corazón balancearse y dudar y buscar la verdad. Poder en libre albedrío estar dentro de nosotros en conciencia y presencia es una elección, dudar estando en contra de la arrogancia y a la vez en arrogancia por nuestra capacidad de ser conscientes a pesar de equivocarnos y tratar de tender a la humildad desde la dignidad de decidir cómo ver lo que nos pasa y aproxima exigiendo respuestas y acción.
Observo en conciencia y en espíritu absorto para tomar una decisión existencial y reinterpretarme
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