Los Salmos 15:1
Oh Eterno, ¿quién morará en tu Tabernáculo? ¿Quién habitará en tu santa montaña? El que anda con rectitud, obra justicia y habla verdad en su corazón, no tiene vituperios en su boca, ni hace mal a su prójimo, ni tampoco lo ofende. En sus ojos, la persona vil es despreciada, pero honra a los que temen al Eterno. Aunque jure en perjuicio suyo no deja de cumplir. No pone su dinero a interés, ni toma cohecho contra el inocente. El que hace tales cosas no será jamás movido.
Buscar siempre la aproximación divina y a todo otro. Intercambios cercanos que incluso al ser monetarios no pierdan intención positiva y cercanía, hilo conductor existencial en el camino del bien.
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