La semana termina y ha sido una buena semana de hacer y compartir muy padre la vida. Mis personajes existenciales van cambiando, bueno, su centro, su influencia, su importancia. Ya no tengo miedo de la opinión de mis padres y de mi hijo, de otros, sobre mi trabajo y entonces se elimina una fuerte nube de mi cabeza, la nube que me vuelve insegura y dependiente y ahora yo me pregunto, ¿qué quiero de mi vida y hacia dónde voy? Mi hijo está en su camino laboral y mis padres ya más grandes ¿y yo? Mi actuar en el mundo debe redefinirse bastante. Es decir, ¿qué tengo pendiente y hacia dónde sigo? Voy muy bien en mi desarrollo profesional y emocional, de salid integral, pero quiero repensar bien esta siguiente etapa de vida y seguir mi camino en paz.
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