No perder el hilo conductor

 Es importante revisar el mundo virtual más allá de lo objetivo. Eso viene desde la deuda y la moneda es expresión del intercambio. Se vuelve real y desde el trueque hay un poco de virtual y la deuda debe quedar lo más interpersonal posible y regresar a las relaciones. Cuándo ya no sabe qué se le debe a quién se pierde la economía y quiebra. Las transmisiones no deben de volverse anónimas porque ahí se pierden y truenan. Las deudas son relaciones y no caminar hacia las deudas anónimas. El mercado tiene tendencias a fabricar lo virtual. En la complejidad es organización del trabajo y es importante no dispersarnos y volver a las relaciones y sus intercambios, es una historia social. La lógica virtual nos pierde y no debemos perder el hilo conductor. La moneda favorece la abstracción y debemos no perdernos ni caer en el drama moral de la deuda. El deficit nos domina y los gobiernos se pierden. La plusvalía nos pierde. Somos corresponsables de la virtualización cruel. Los intercambios monetarios son reales y es regresar a sus hilos conductores. La especulación nos desvirtúa. Despegar sin referencias ni bases es el problema, el anonimato y debemos regresar al inicio y no caer en el anonimato ni en la falta de relaciones interpersonales. Regresar siempre a las estructuras y al real, a las formas de producción y sus intercambios, a la plusvalía y a la especulación que llevan a la distorsión tóxica y al quiebre del escenario mundial. Detrás del dinero están las guerras mundiales y todo comienza en los intercambios interpersonales.

Volver al intercambio interpersonal en amor y claridad moral libre de deuda especulativa sin responsabilidad