En cuanto a la responsabilidad por el otro nos dice Levinas, es anterior a toda libertad. Lo primero es responder por tu hermano como en la biblia. En la práctica todo nos empuja a la libertad más egoísta y nada enmarcada. En el otro extremo está el otro que pide y exige, que no da ningún espacio para el acuerdo, que no permite el funcionamiento. Y además, se da el problema de el otro cuando es también el Otro que es una misión más lejana que abarca a toda la humanidad y a toda comunidad o grupo de personas o a todos los otros, cuando hablas de tres. Es decir, el problema de lo general y lo particular. Para Levinas la acción es aquí hoy y punto, pero yo por ejemplo, en el arte y la meditación veo también objetivos a largo plazo. Las preguntas se encuentran y multiplican. Las soluciones tardan en llegar y el presente apremia. Pero pues debemos caminar y reflexionar y decidir paso a paso dadas nuestras opciones lo que podamos realmente escoger tratando de ayudar más y mejor y en soluciones en las que todos ganemos. Busquemos con calma y con fe ese tipo de soluciones en las cuales todos ganaremos y proyectaremos juntos esa dimensión más evolucionada que nos espera.
En un mar de otros Otros, decidir en la postura incluyente que los incluya a todos
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