La mirada del otro no sólo de aplica al cercano, es a nivel mundial resolver la importancia prioritaria del otro, es rendir cuentas del colonialismo, Argelia y Ruanda. Ahora Argelia es la primera geoestratégicamente con Francia y de relaciones comerciales actuales positivas. Se trata de re legitimar y resolver el desempleo y otros problemas. Alargar la mirada es ver el pasado pero hoy buscan otros temas los jóvenes como desempleo actual y ven hasta como regalo el abuso pasado para la independencia de Argelia y su bonanza actual. Cuestionable este frío enfoque. El otro también aterriza en temas actuales de racismo, desempleo, abuso y migración que deben resolverse en otra manera de aproximación al otro que no sea de dominación. Los aparatos represivos deben desaparecer. Se trata de aterrizar al otro a nivel global. El otro es un animal político decía Aristóteles. Somos nuestras relaciones, no sólo animales, necesitamos derechos humanos y justicia y es nuestra responsabilidad cuidar al otro y al Otro como planeta a nivel ecológico. Es la pandemia quizá un efecto de nuestros abusos con el otro y lo Otro. No respetamos el espacio vital del otro y la pandemia obliga a respetar distancia y cubrirnos la boca para ver la mirada del otro más profundamente. Obliga a regresar a casa, a la familia, al interior. Provoca explosión del arte cono sanador y desarrolla relaciones en zoom, mediatizadas. Aumenta la tecnología en redes y comunicación virtual, pero estamos mermados en nuestras relaciones interpresonales y lazos cercanos. Sufrimos para mantener los lazos humanos, vínculos que nos rescaten del vacío. Estamos presos de la carrera del reloj y no elevamos nuestro tiempo interior al servicio del otro. Debemos ver y respetar, escuchar profundamente al otro. Cambiar las proporciones de para mí y para el otro para ser cada vez más para el tiempo infinito del otro.
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