Revisé la revista coact 2022 de la
universidad hebraica de México y dos artículos saltaron a mi vista. Hablando
del tiempo, uno hermoso del tiempo en shabat y la interpretación de Rab Heschel.
Para él “el tiempo es como una zarza eternamente ardiente. Aun cuando cada
instante se desvanece para dar el paso siguiente, el tiempo en sí mismo no se
consume”. Para él el espacio es lo que pasa, el tiempo permanece y ”es el mundo
del espacio el que rueda a lo largo de la infinita extensión del tiempo”. En
este sentido es el espacio el que pasa a través del tiempo. Y entonces para
Heschel “el tiempo es la presencia de Dios en el mundo del espacio”. Y cuando
hacemos valer nuestro tiempo, como hemos visto aquí, es porque traemos a Dios a
este momento y santificamos nuestro espacio vital, para Levinas, ello se logra
en especial a través del rostro del otro y su asistencia como misión de vida.
Para mí, de manera individual también,
en la plegaria por ejemplo o cuando creo de manera individual pero conectada
con Dios, en intenso diálogo y meditación. Para Heschel “Dios no se siente a
gusto en nuestro mundo. Nuestra tarea es santificarel tiempo, permitirle a Él
que entre en nuestros momentos, que se sienta a gusto en nuestro tiempo, en lo
que hacemos con el tiempo.” En shabat en particular, nos dice Rab Heschel que
sacamos todo lo profano de nuestras vidas, es celebrar el tiempo y no el
espacio, continúa y es día de alabanza y no de peticiones. Pienso que diferenciar
entre el cotidiano y shabat, nos ayuda a elevarnos más y entrar en una
dimensión más próxima a la de los sueños que son puente al mundo venidero, lo
mismo que el shabat. Somos un continuo de sueño y vigilia y se trata de elevar
todas nuestras acciones y momentos, dejar entrar a lo divino en nuestras vidas,
salirnos de nuestras tribulaciones y actuar, en crear y embellecer esta dimensión
y en especial, en asistir a todo otro. Nos dice Heschel, “El judaísmo trata de
fomentar una visión de la vida como si fuera una peregrinación hacia el séptimo
día; el anhelo de shabat eterno a lo largo de todos los días de nuestra vida”.
Y agrega, “La decadencia de la vida espiritual comienza cuando dejamos de
sentir la grandiosidad de lo eterno en el tiempo”.
Somos
un continuo de sueño y vigilia, el
shabat nos ayuda a aproximar un estado de ensoñación, lejos de lo profano del
cotidiano y de nuestras tribulaciones que no santifican al tiempo en
consciencia, nos es posible fluir más y elevar esta dimensión terrenal, depurándola.
En cuanto
al otro artículo que me interesó de la revista es de un estudio de retardar la
entrada a la escuela en los niños hasta los seis años y una educación dirigida
de ellos por sus padres en Israel que la pandemia favoreció. Sus hallazgos me
interesaron. Estos padres buscan un ambiente más natural y cercano paras el
aprendizaje de sus hijos y se vio que incluso salen más elevados en las
materias escolares. Se encontró que siguen de cerca el desarrollo de sus hijos
y aplauden sus logros. Es un aprendizaje significativo el que logran y aunque
parezca otro tema que no es el de sueño y vigilia y el tiempo que hemos venido
trabajando, no lo es porque trata de la formación del ser humano y sus entornos
más propicios, en vínculo, interés y seguimiento, en cuidado y elevación, en
unión. La cercanía es central en la vida, en toda relación, el interés y
seguimiento, la escucha. No podemos elevar el tiempo, a Dios en la existencia
sin cuidado y que empieza desde temprana edad.
Reunidos de nuevo en nuestro café Sueños
Nos juntamos y estuvimos platicando de lo masculino y
femenino en los sueños, comprobando las ideas aquí estudiadas. Nuestras
características se pueden agrupar para conocernos mejor y saber nuestras
cualidades y ponerlas en acción para alcanzar objetivos de vida con el otro al
centro. Después analizamos un sueño mío de nuestra clase de Torá y fue muy
interesante ver la personalidad de cada uno y su papel para mí a través de los
ojos de otro. Es un arca de Noaj, la tormenta afuera y dentro estudiamos
pergaminos importantes. La vela encendida nos ilumina e incluso vestir para
dormir se eleva al cuidar cada uno de nuestros detalles en vida. Estamos unidos
estudiando a salvo y uno de nosotros es la paloma que anuncia la tierra seca o
era mesiánica en puerta. Vi que puedo aterrizar mejor mis sueños y ya no me
resultan angustiosos en su mayoría. Traté de ver todo detalle, como trato de
observar más en vida y no apegarme negativamente a sus historias. Dar tiempo y
paciencia y estudiar y elevar toda existencia para que ceda toda tormenta,
siempre unidos y cerca de Dios, espiritualizando nuestro tiempo en la tierra.
Llueven
señales
Presagios nos habitan,
besos del alma.
Le déluge nous poursuit.
Nous avons la flamme du savoir
en nous, rêve de comprendre,
lumière d’étudier ensemble.
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