Grace Nehmad

miércoles, 9 de febrero de 2022

Tiempo, sueño y vigilia, shabat

 

Revisé la revista coact 2022 de la universidad hebraica de México y dos artículos saltaron a mi vista. Hablando del tiempo, uno hermoso del tiempo en shabat y la interpretación de Rab Heschel. Para él “el tiempo es como una zarza eternamente ardiente. Aun cuando cada instante se desvanece para dar el paso siguiente, el tiempo en sí mismo no se consume”. Para él el espacio es lo que pasa, el tiempo permanece y ”es el mundo del espacio el que rueda a lo largo de la infinita extensión del tiempo”. En este sentido es el espacio el que pasa a través del tiempo. Y entonces para Heschel “el tiempo es la presencia de Dios en el mundo del espacio”. Y cuando hacemos valer nuestro tiempo, como hemos visto aquí, es porque traemos a Dios a este momento y santificamos nuestro espacio vital, para Levinas, ello se logra en especial a través del rostro del otro y su asistencia como misión de vida. Para mí, de manera individual  también, en la plegaria por ejemplo o cuando creo de manera individual pero conectada con Dios, en intenso diálogo y meditación. Para Heschel “Dios no se siente a gusto en nuestro mundo. Nuestra tarea es santificarel tiempo, permitirle a Él que entre en nuestros momentos, que se sienta a gusto en nuestro tiempo, en lo que hacemos con el tiempo.” En shabat en particular, nos dice Rab Heschel que sacamos todo lo profano de nuestras vidas, es celebrar el tiempo y no el espacio, continúa y es día de alabanza y no de peticiones. Pienso que diferenciar entre el cotidiano y shabat, nos ayuda a elevarnos más y entrar en una dimensión más próxima a la de los sueños que son puente al mundo venidero, lo mismo que el shabat. Somos un continuo de sueño y vigilia y se trata de elevar todas nuestras acciones y momentos, dejar entrar a lo divino en nuestras vidas, salirnos de nuestras tribulaciones y actuar, en crear y embellecer esta dimensión y en especial, en asistir a todo otro. Nos dice Heschel, “El judaísmo trata de fomentar una visión de la vida como si fuera una peregrinación hacia el séptimo día; el anhelo de shabat eterno a lo largo de todos los días de nuestra vida”. Y agrega, “La decadencia de la vida espiritual comienza cuando dejamos de sentir la grandiosidad de lo eterno en el tiempo”.

            Somos un  continuo de sueño y vigilia, el shabat nos ayuda a aproximar un estado de ensoñación, lejos de lo profano del cotidiano y de nuestras tribulaciones que no santifican al tiempo en consciencia, nos es posible fluir más y elevar esta dimensión terrenal, depurándola.

            En cuanto al otro artículo que me interesó de la revista es de un estudio de retardar la entrada a la escuela en los niños hasta los seis años y una educación dirigida de ellos por sus padres en Israel que la pandemia favoreció. Sus hallazgos me interesaron. Estos padres buscan un ambiente más natural y cercano paras el aprendizaje de sus hijos y se vio que incluso salen más elevados en las materias escolares. Se encontró que siguen de cerca el desarrollo de sus hijos y aplauden sus logros. Es un aprendizaje significativo el que logran y aunque parezca otro tema que no es el de sueño y vigilia y el tiempo que hemos venido trabajando, no lo es porque trata de la formación del ser humano y sus entornos más propicios, en vínculo, interés y seguimiento, en cuidado y elevación, en unión. La cercanía es central en la vida, en toda relación, el interés y seguimiento, la escucha. No podemos elevar el tiempo, a Dios en la existencia sin cuidado y que empieza desde temprana edad.


 

Actuar para todo otro en amor, morir para el otro 

 

 

Reunidos de nuevo en nuestro café Sueños

Nos juntamos y estuvimos platicando de lo masculino y femenino en los sueños, comprobando las ideas aquí estudiadas. Nuestras características se pueden agrupar para conocernos mejor y saber nuestras cualidades y ponerlas en acción para alcanzar objetivos de vida con el otro al centro. Después analizamos un sueño mío de nuestra clase de Torá y fue muy interesante ver la personalidad de cada uno y su papel para mí a través de los ojos de otro. Es un arca de Noaj, la tormenta afuera y dentro estudiamos pergaminos importantes. La vela encendida nos ilumina e incluso vestir para dormir se eleva al cuidar cada uno de nuestros detalles en vida. Estamos unidos estudiando a salvo y uno de nosotros es la paloma que anuncia la tierra seca o era mesiánica en puerta. Vi que puedo aterrizar mejor mis sueños y ya no me resultan angustiosos en su mayoría. Traté de ver todo detalle, como trato de observar más en vida y no apegarme negativamente a sus historias. Dar tiempo y paciencia y estudiar y elevar toda existencia para que ceda toda tormenta, siempre unidos y cerca de Dios, espiritualizando nuestro tiempo en la tierra.

Llueven señales
Presagios nos habitan,
besos del alma.

Le déluge nous poursuit.
Nous avons la flamme du savoir
en nous, rêve de comprendre,
lumière d’étudier ensemble.



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