Grace Nehmad

domingo, 6 de febrero de 2022

El tiempo en Sartre y el tiempo y el otro

 El ser y la nada es central en Sartre. La temporalidad es el peso del pasado en el presente que nos atora para proyectarnos al futuro. Lo nuevo y el pasado pueden organizarse de manera fluida. Sartre habla de proyectarnos dado9 que no hay indicios de ello hoy. Es continuidad que Sartre refuta en San Agustín, es discontinuidad que proyectamos en función del futuro para Sartre. En la ontología de la temporalidad Sartre dice la temporalidad señala la manera de ser fuera de sí. Para Sartre siempre tendemos hacia y estamos sometidos a esa tendencia. Es proyecto fuera del presente siempre, somos seres de proyecto en todo momento. No nos contentamos nunca con el presente que somos y somos el proyecto que nos damos para dar sentido al presente. Si caracterizamos los tres tiempos no hay estricta diferencia entre ellos y llamamos diferentes yoes al presento dentro de sus proyectos esa es la libertad humana que era contingente. Así damos continuidad. Comprar una casa por ejemplo se me impone como limitación prolongada del pasado, pero puedo reinventarme. Para Sartre sólo en el futuro decido libremente a volver a escoger y su sentido dentro de mi nuevo fin. Por consecuencia siempre podemos reinventarnos. No somos nuestro pasado, nos actualizamos constantemente en función de nuestro proyecto futuro. Por eso me quedo prisionero o no según nuestros actos actuales. La urgencia del pasado viene del futuro. El soporte es elección que se actualiza a cada instante. Elección original que modifica y proyecta nuevas posibilidades. Pero hay negaciones y nos quedamos atados en tiranía al pasado. La ruptura es con grados de equilibrio que se proyectan. El pasado puede ser viviente, muerto u ambiguo según lo vayamos escogiendo en el presente de acuerdo con el proyecto futuro. Un disfraz feo puede arrastrarse del pasado hasta lograr deshacerse de él en el presente y seamos capaces de romper con él de acuerdo con nuestro proyecto futuro. Es un pintor que se proyecta diferente en cada tela. Somos artistas de nuestra existencia y decidimos nuestras obras. Nuestro proyecto tiene como límite la muerte que termina con nuestro tiempo que es un ingrediente que juego un rol determinante en nuestras elecciones actuales en todo momento. Me encanta esta manera clara y pragmática de enfrentar el tiempo, pero el ingrediente central que no está aquí presente es el otro, su mirada. El otro como misión de vida, nos diría Levinas y sería quizás el proyectar y elegir en función de él como prioridad y no mía y así, incluso mi finitud se expande y entra en un tiempo de duración bergsoniana o de hacer valer el tiempo y no dejarme absorber por él.


Entro en el abrazo de tu tiempo y proyecto desde ti


No hay comentarios:

Publicar un comentario