Grace Nehmad

jueves, 24 de febrero de 2022

 

La cercanía académica con elementos de larga duración desde las escuelas y nuestras dinámicas actuales de estudio y acción están a la vista. El método de trabajo persiste desde, la época helenística. Ser judíos en el mundo es un reto que se repite a través de las generaciones. El conflicto de los judíos en la diáspora es enorme hoy en día dice un rabino, fuente de los problemas en Israel y en el mundo, la desunión nos debilita. Los romanos lo sabían y nos retuvieron separados. Me impresionó pues tiene un punto porque argumenta que por la separación necesitamos la diáspora y que es elección de cada judío quedarse separado y fuera de Israel. Llama mi atención porque en mi camino de investigación me he interesado por buscar las verdaderas causas de nuestros problemas como humanidad y no en resolver asuntos pasajeros. El tiempo en la Tierra debemos aprovecharlo al servicio del otro y no desvanecerlo en la nada. Tener un método de trabajo y avanzar hacia el corazón de nuestros problemas que es de orden ético en una parte central, tal como lo he venido investigando en Levinas, estar al servicio del rostro del otro que nos interpela. Pero también hay otros temas importantes que llaman mi atención, el sueño y la vigilia, por qué estamos aquí y cómo podemos acelerar la redención final. Dentro del judaísmo se marca todo, las buenas acciones para traer luz al mundo y traer la redención final, tener hijos para traer al mesías y sí, un paso es ir a Israel. Claro, podemos pensar, eso es después, pero puede ser irresponsable actuar así. He buscado en la unión del pensamiento occidental en la filosofía y mis raíces judías. Encuentro soluciones, sobre todo lo que marca Levinas y accionarlo en la práctica, pero es un punto importante el de, como judíos, irnos para Israel. Me deja en reflexión, pues no vaya a ser que no hay cambios positivos sustanciales en el mundo por esa razón que lo obstruye todo. Es una buena pregunta y al final, el mundo entero depende de ello. Sólo hemos sabido de guerras y de persecuciones en la búsqueda de fraternidad, libertad e igualdad. La modernidad nos liberó en serio y la forma de vida judía resultó ser aún difícil de llevar en su diferencia. La libertad puso en evidencia nuestra imposibilidad de ser como los demás y nos llevó al exterminio nazi. Estamos quizás perdidos, dando vueltas en balde, en lugar de actuar verdaderamente por la redención. Suena muy extremo, debo admitirlo. Poco realista. Pero también cansa la espera que nos desactiva. Una cosa es pasar nuestro tiempo en la Tierra y entretenernos, otra, actuar en serio, pero dudo del extremismo inherente. Es sólo una pregunta que merece considerarse en diferentes puntos de la vida. Espero se vengan cambios positivamente en todo momento. Que nos habite constantemente la pregunta y aproximar la redención dentro de nuestras posibilidades.



¿Dónde la verdadera redención?


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