Eclesiastés 1:12
Yo, Cohélet, he sido rey sobre Israel en Jerusalén y dediqué mi corazón a buscar y a averiguar por medio de la sabiduría lo concerniente a todas las cosas que se hacen bajo el cielo. Es una dura tarea que ha señalado Dios a los hijos de los hombres para que la cumplan. He visto todas las obras que se hacen bajo el sol y he aquí que todo es vanidad y es vano correr tras el viento… Habiendo sido todo escuchado, he aquí la conclusión del asunto: Teme a Dios y cumple Sus mandamientos porque en eso está el hombre íntegro.
En nuestros tiempos modernos corremos de más y perseguimos obsesivamente lo que se nos escapa. Hacer el bien nos diría Levinas, es asistir al otro como misión de vida. El otro va primero y ahí nada es vanidad y dejamos de correr, nos detenemos en el tiempo sin tiempo del infinito en su rostro que nos interpela y nos lleva a la acción para.
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