Grace Nehmad

jueves, 17 de febrero de 2022

Hacia la libertad consciente de decidir para ayudar a todo otro

 

El epicurismo viene de Epicuro que fue su fundador. Los placeres de la tierra no es lo que justifica esta filosofía pues para este autor en el exceso no podemos encontrar nuestro bien. Se trata de estar en el centro y de no equivocarnos. Sufrir es lo que se trata de evitar. Es placentero tomar en el momento, pero después las consecuencias pueden ser negativas. Se trata de moderar y equilibrar y no romper con la sabiduría. Nuestro comportamiento debe moderarse para encontrar su camino al placer libre de sufrimientos. Es alejarse de las carencias del deseo. Rousseau decía que el deseo se satisface a sí mismo. Hay deseos naturales y necesarios. Podemos privarnos del deseo sexual por ejemplo y sería natural y no necesario, aunque en colectivo sí es necesario para que la humanidad se reproduzca y no desaparezca. El chiste es mediar y alejar el mal. La filosofía de Epicuro es controlarse y economizar los placeres. Es el paso hacia el utilitarismo que viene después con Stuart mil. Las necesidades y motivaciones deben cuestionarse para no perderse en los placeres sin límite. En especial cuando los placeres nos dominan y no controlamos, sufriremos así. Un pueblo se desvirtúa desde el deseo de consumo. Estamos en el corazón de lo que habla Epicuro, la necesidad de controlarse y limitarse porque buscamos fuera lo que no tenemos dentro. Nuestra sociedad no es epicuriana ni utilitarista porque hasta los utilitarios ven en cierta limitación un cálculo racional, noto que debo limitar ciertos placeres que al final no serán útiles para mí. Abolir todos los límites es perderse como sociedad. Se hacen las leyes muchas veces porque hemos perdido el control desafortunadamente. Estaría bien autogobernarnos, pero nos abandonamos y necesitamos reglas de control. Nos perdemos en lo exterior y en el consumismo que nos controlan y no somos seres libres y responsables al servicio del rostro de todo otro que nos interpela, diría Levinas. El consumismo es un gran mal que se ha salido de control y nos domina desde nuestras preferencias archivadas en internet. De manera oculta somos sometidos y dejamos de decidir de manera responsable. Después, viene la pandemia y queremos creer que no somos responsables de nada. Debemos ver de cerca y actuar en contra de la pérdida de control y la dominación que nos llevan a decidir desempoderados hacia un mal que ni hemos calculado de manera consciente.



Verse dentro profundamente para discernir y ayudar desde el autocontrol y equilibrio


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