Más allá de la muerte

 El juego filosófico nos lleva a pensar en el progreso y en el tiempo. ¿El progreso es igual en todos los campos? Es transdisciplinario. Es polémico el tema que juega entre lo viejo y lo moderno. Tenemos prejuicios respecto a lo antiguo y lo cortamos y reinventamos sin cuidar sus verdaderas aportaciones. Debemos abrir la curiosidad que era condenada moralmente y ahora podemos aplicarla en todos los campos. La pregunta está ahí y debemos cuestionarnos todo sin estropear el pasado al reinventarlo. Somos diferentes y  el público va cambiando, debemos adaptarnos a él. Para cada público una experiencia diferente y adecuada para lograr el impacto y la conciencia necesarias para cada uno. No se trata de monólogos, es aprender a escucharse en sensibilidad e integrar tiempos. Integrar lo antiguo y moderno en armonía. El tiempo no es lineal pero sí podemos establecer límites y objetivos guiados por la moral, en una ética integradora que tome en cuenta a todos y a cada uno. Luces para aclarar a todos los hombres y ayudarnos a ir más allá de nosotros mismo hacia los que vinimos a ser en simpleza y claridad. El instante dos es el instante dos, del otro, en la diferencia sensible que vine a ser para. Ahí somos todos iguales, antiguos y modernos y frente a todas nuestras características y peculiaridades, en integración. Llegar a ir un paso más allá de la muerte para reinterpretarla, dentro y fuera, vivir para el otro, para el instante dos que ya no sólo conoce sino que es para el otro, fuera del ser. La muerte como posibilidad y oportunidad en la no muerte y expandir nuestro alcance y tiempo de vida para todo otro. Todo descubrimiento agrega y hace permanecer el espíritu sin superioridad de antiguo o moderno. El espíritu es para el servicio del otro. Esta nueva mirada levinasiana reinterpreta la vida desde la no muerte, el instante dos en servicio a todo otro en amor.

El instante dos del otro, ser para en amor