El acento de una postura que rechaza el mestizaje descalifica a otros y rechaza. Se recarga en la identidad racial dada y no construida, lejos de aquel que camina hacia sus dimensiones espirituales y debe construirlas paso a paso. Desde la construcción hay mezcla y ayuda en apertura. Las teorías de clasificación racial deben dejarse fuera y como humanidad el respeto debe nacer de la aceptación y saber que todos podemos cambiar. Lo importante también es saber en conciencia hasta dónde podemos llegar al unirnos de diferentes maneras. Lograr juntos una población nueva en apertura y aceptación de la mezcla afortunada. Se trata de integración que lleve a casa en amor y paz. Es posible lograr aproximación. Es verdad que el linaje pesa y no podemos aprender de la noche a la mañana, pero a través del inconsciente colectivo podemos transmitir la información para hacer evolucionar a la humanidad en contraste y apertura. Debemos ser capaces de lograr la integración y regresar al Uno.
Caminar hacia nuestra libertad como humanidad
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