Perashá Vayera 21:1,
Y el Eterno visitó a Sara como le había anticipado e hizo el Eterno con Sara como le había dicho. Sara quedó embarazada y le dio un hijo a Abraham en su vejez, en el tiempo fijado por Dios. Y Abraham puso por nombre el hijo que le había nacido de Sara, Isaac. Y Abraham circuncidó a su hijo Isaac a los ocho días como Dios se lo había ordenado. Y Abraham tenía cien años cuando tuvo a Isaac. Y Sara dijo:”Dios me hizo reír, y todo el que lo escuche, se reirá por mí. ¿Quién le habría dicho a Abraham que Sara amamantaría hijos? Porque le parí un hijo en su vejez”.
Podemos creer fervientemente en todo milagro, en el milagro de la vida y lograr el asombro radical a cada paso como propuso Heschel. Reír mucho y compartir. Todo es posible y esperemos pronto llegue la era mesiánica, mientras, compartamos la alegría de vivir y la risa para aproximar a todo otro y los nuevos tiempos que se avecinen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario