Genésis 15:1,
Después de tales sucesos vino la palabra del Eterno a Abram en una visión, diciéndole: « No temas, Abram. Yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande ». Contestó Abram:’Oh Dios Eterno, ¿qué me darás? Yo ando sin hijo y mi heredero es este Eleazar de Damasco’. Y añadió Abram:’He aquí que no me diste simiente, por lo cual el criado de mi casa heredará de mí’.
Y es no temer porque llegó Itzjak y heredó de Abraham, y es nuestra raíz. Pienso que debemos estudiar y aprender de la realidad y de nuestro legado para después abrirnos a todo milagro y tomarnos de la mano divina pues así vendrá la redención.
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