Quería hablar de Levinas en Totalidad e infinito con el tema de la libertad pues esta se restringe cuando llega el otro a nosotros y nos saca de nuestro egoísmo. El tema de la justicia va y regresa a nosotros. Ya no podemos ser totalmente libres si el otro nos interpela y queremos responderle y salir de nuestro sueño. Si estamos dentro no podemos ver al otro y nos cuestionarnos cómo ayudarle. Estar en el mundo y permanecer en él no es fácil. Y la pregunta del cómo nos sacude eternamente. Debemos saber que el otro nos abre el infinito y existimos en sus límites, no estamos solos. Somos seres gregarios y nos necesitamos pero nos violentamos y debemos encontrar los sanos equilibrios de funcionamiento que a menudo se nos borran. Además, ser creativos, encontrar el tercer espacio en dónde todas las partes están bien. Por otra parte ahora escucho de varios desastres que esta vez me tocaron más cerca. El huracán de Acapulco y la guerra de Israel. Gente cercana se vio afectada, o vive ahí. En ese sentido, ya no se puede hablar de nada con ellos ante esas crisis pues no hay espacio para filosofar, es ayudar inmediatamente y responder. Tanto en Israel como en Acapulco no funcionan las comunicaciones por guerra o huracán todo se destruye y entonces cómo funcionar, no se puede hablar de un tercer espacio desde el miedo y lo básico no resuelto. El gran poder se destruye por completo y ya nada funciona. La sociedad como cuerpo se desvanece y ya nada marcha. El caos gobierna y pendulamos entre el poder y la legitimidad, la unión se dispersa. Las cosas cambian en breve pero en muchas áreas en las cuales no estamos afectados directamente y debemos seguir nuestras búsquedas de equilibrio y ayudar a otros a conseguirlo, empujar a otros a la salud. Somos actores modernos y nuestras aspiraciones deben continuar por el buen camino. En lo terrenal los valores ideales se sacuden pero son aspiración y motor de cambio.
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