Freud se analiza analizando al otro y compartiendo su hipótesis del inconsciente. Freud busca credibilidad en su hipótesis. Quiere ayudar a sus pacientes a través de sus relatos, dejarlos hablar y asociar libremente sin filtros. Hay un efecto curativo de la palabra. Quiere fundar al pscicoanálisis sin relación con la religión o el misticismo. La verdad del inconsciente se juega y se trata de ponerlo en evidencia, resolver los síntomas y sanar. La verdad de la palabra está en el análisis para Freud, el sujeto valida y la ficción es un paradigma que ayuda para no juzgar. Hay una metáfora de la bruja que convence a Blanca nieves es muy buena, y se deconstruye al estilo de Derrida para lograr ver lo que está detrás, en un inconsciente que produce imágenes y un lenguaje. El sueño se analiza y se llega al corazón de la verdad a través de las asociaciones. Se buscan las ideas inconscientes que se repiten y el análisis nos ayuda a comprender y a actuar diferente. No es una lectura lineal. Los recuerdos son como sueños y avanzamos desde nuestro relato. Es importante me parece, abrirnos a este tipo de conocimiento y validar los enigmas y el material de trabajo que resulta de todo esta información. Podemos acompañar la vida de diferentes maneras de mirarnos y aceptarnos. Al aceptar nuestra extrañeza, dejamos que otros acepten la suya y se cuenten diferente y se ayuden a sí mismos y a otros. Se trata de configurarnos diferente, en Epifanía y ayuda. Hay en la literatura desde la narrativa, la curación. Se puede después de dejarse conscientizar desde la libre asociación. Parte desde un nuevo comienzo. Somos poesía, somos novela y podemos construirnos diferente y ayudarnos más. Recitar la vida y sanarse y sanar a otros en la verdad del sujeto que acepta su fragmentación.
Recitarnos y tener una identidad narrativa para compartirnos
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