Semillas

 Perashá Vezot-Haberajá 

34:1, y Moisés subió del llano de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, que está frente a Jericó y el Eterno le mostró toda la tierra de Galaad, hasta Dan… « Ésta es la tierra que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob… « A tu simiente la daré ». Te la hice ver con tus ojos pero no has de pasar allí ».

Las promesas se cumplen y los ciclos terminan, más allá de ver los defectos que no permitieron a Moshé pisar la tierra prometida, poder aprender de ello y saber que somos perfectibles y trabajar para pulirnos compartiendo todo desde la ayuda y el amor y sabiendo que mucho vamos dejando semillas para otros hasta que juntos logremos la redención, toda redención.