La relación de los derechos de propiedad debe cambiar, la relación de dominación. No somos dominantes y dominados, no tenemos permiso de violentar en ningún sentido a nuestros hijos, ni a ningún otro. Educación no es violentar y debemos encontrar nuevas formas de convivencia y respeto de ambas partes. Los hijos tampoco pueden ser irresponsables, ¿cómo acompañar el proceso de educación sin dominar, en respeto y con límites claros? Debemos resolver nuestros procesos de acompañamiento y responsabilidad, de conciencia. ¿Cómo lograr el cambio hacia relaciones distintas entre humanos, con los otros, con todo otro?
La violencia toma caras muy negativas hasta para las violencias verbales que generan agresividad en las personas y proviene desde la educación a temprana edad. Se refleja incluso en los estados de salud-enfermedad. Los efectos se acumulan en toda educación. Incluso en el tema verbal es inaceptable. Afecta la psique desde temprana edad. La violencia deja rastros cerebrales. ¿Dónde comienza la violencia? Pero aunque parezca vago, es preciso y claro. No podemos invadir límites.
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