La vida y la lógica parece que avanzan por caminos diferentes. Tú tienes un plan muy lógico y la vida lo destruye, te regala muchas cosas, otras cosas. No las habías ni contemplado. Recién escuché en France culture la historia de un filósofo que pensaba ser médico como un plan de familia inclusive y se queda ciego joven y comienza a escribir y a desarrollar muchas actividades que antes no contempló, como la filosofía. Entrar en esta disciplina es maravilloso y poder acceder a otro tipo de conocimiento que apoya de diferentes maneras la vida pues no se trata de lo común, tiene mucho de alternativo. Aprendes a recorrer el mundo desde otras perspectivas y aportas desde ahí. Nos abrimos y aprendemos a recibir la estafeta y dar desde ahí, en lo que nos va poniendo la vida para ayudar. Los tiempos exigen fluir cada vez más y adaptarnos, dar y ser desde la incertidumbre del movimiento constante y con alegría y agradecimiento.
Una bella flor te acompaña en tus pasos en la tierra, cambia y es quizás siempre la misma
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