Grace Nehmad

jueves, 7 de julio de 2022

Eckhart de Tolle, equilibrios mentales

 

            Acceder a la felicidad es lo que queremos todos, pero no es así de fácil. Tolle, filósofo canadiense, trató de hacer una propuesta en este sentido. En una noche de fuego, mística, encuentra que nosotros mismos nos infringimos un sufrimiento mental constante. El carácter compulsivo de nuestros pensamientos nos esclaviza, es patológico. Perdemos el control de nuestra energía, nos consumimos y debemos no pensar en nada y apagar el ruido mental. La necesidad de pensar y su adicción es problema. Debemos de resolver y el pensamiento compulsivo nada resuelve. Nos gusta quejarnos y traer el ruido a nosotros por miedo al vacío y nos justificamos. Interrumpir nuestros pensamientos es importante para no ser esclavos del pensamiento. La calma interior es meditación y ayuda a no ser esclavos del mental. El pensamiento compulsivo es especulativo y nada resuelve. Debemos no repetir errores, pero analizarlos tanto no ayuda para nada. Tender a la vida simple es lo que necesitamos y saber retenernos de pensar a ratos. El mental es una herramienta excelente para resolver problemas y de manera obsesiva nos quema como con el mito de Prometeo dónde el fuego es saber y lo quema al recargarse en él en exceso. El mental se trata de equilibrios. Se trata pues de no pensar en exceso, cosa que difícilmente haremos. El pensamiento compulsivo nos hace eternamente inquietos. Además, nos proyectamos negativamente al pasado y al futuro y no vivimos el presente. Anticipar es bueno, pero cuando es necesario y después, avanzar y no quedarnos atorados en tiempos imaginarios. Debemos estar presentes y en conciencia de lo que es, en experiencia, sin estar con la mente en otra parte. Estas ideas me parece que son precursoras de la meditación y los ejercicios de focalización para aliviar la mente de sus inquietudes, para aprovecharla al máximo y enfocarla en la solución de problemas y después en la experiencia presente y en dejarnos ser en libertad, en equilibrio, en una experiencia que logre centrarse en el servicio a todo otro en amor desde un equilibrio dentro-fuera también. Se trata de armonizar la experiencia de vida dentro-fuera para poder dar el brinco a la exterioridad y entrar al tiempo del otro en asistencia y amor.


Salir de las obsesiones mentales y en exterioridad darse a todo otro en amor, vivir el presente fuera del ego que busca identidad 
y nunca se satisface


No hay comentarios:

Publicar un comentario