Grace Nehmad

viernes, 15 de julio de 2022

Cuidado de la palabra

 Perashá Balak 24:1

Y cuando Balaam vio que al Eterno le complacía bendecir a Israel, no fue como otras veces en busca del maleficio o del hechizo sino que volvió su rostro al desierto. Levantó la vista y vio a Israel habitando en sus tiendas conforme a sus tribus y el espíritu del Eterno era sobre él. Pronunció esta invocación: « palabras de Balaam, hijo de Beor; palabras del hombre del ojo abierto. Palabras del que escucha lo que dice Dios y tiene visión del Todopoderoso, en medio del sueño con los ojos abiertos… Bendito sea el que te bendice y maldito el que te maldice… “aunque Balaac me dé su casa llena de plata y or, no puedo transgredir el mandato del Eterno haciendo lo que me plazca sino que debo hacer lo que me diga el Eterno”.


Balaam tuvo que bendecir al pueblo de Israel, a pesar de no querer hacerlo, espero nunca queramos hacer el mal y de nuestras bocas sólo salgan palabras bonitas. Lo malo es que a menudo de manera inconsciente lastimamos a otros y en general no cuidamos nuestras palabras. Podemos hacer un esfuerzo consciente en este sentido y sólo bendecir y trabajar con nuestras palabras en todo momento para materializar mediante ellas amor y curación para todo otro, para el planeta y todos sus seres vivientes. 

Shabat shalom a todos!

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